A Héctor lo conocí hace muchos años cuando mi hermano Alejandro y yo éramos niños, casi casi adolescentes, recuerdo cuando a Héctor nos lo encontrábamos en el camión viajando del centro de Toluca hacia la Colonia la mora, siempre iba alegre y cantando, le valía madre lo que opinaran de el, sin embargo el seguía cantando recuerdo que nuestra amistad empezó un día en el Gimnasio de taekwondo en el cual éramos compañeros, ese día empezamos a hablar de bandas de rock y algunas otras cosas más, por lo cual nos identificábamos de alguna manera, la gran capacidad mental que tenía Héctor era impresionante muy dedicado en las meditaciones de taekwondo y siempre tratándome de enseñar algunas palabras en inglés.
Años después creamos una banda de covers ( nacho en el bajo, Héctor vocalista, Alejandro en la guitarra, Renan de espectador y yo en la batería) en la cual solo tocábamos música alternativa.
Héctor fue como un hermano más en la familia, siempre querido por mis padres hermanos y tíos , el también estuvo presente en el nacimiento y crecimiento de mi hermano Óscar.
Años después cada quien tomó un rumbo diferente pero la amistad siempre siguió, el estuvo de viaje, estudiando en diferentes países tratando de lograr metas y objetivos los cuales llevó a cabo.
La última vez que tuve el gusto de estar con el fue en diciembre del 2018, yo venia regresando de escocia, recuerdo que estuvimos platicando acerca de su suegro (Callum) una persona muy agradable a la cual conocí en ese viaje a Escocia.
También quiero que sepan que Héctor siempre estuvo dentro del círculo de mis mejores amigos voy a extrañar el volver a ver sus ojos azules, tono de voz, la gran alegría con la que nos reuníamos y sobre todo cuando el me decía “ pinche coco eres una mamada”
Hay muchas historias acerca de el, amigos en común y que yo podría contar pero creo que no acabaría, les mando un abrazo a todos los que conocieron y fueron parte de la vida de Héctor.