Nuestro padre fue un ser único y muy especial en la tierra. Dedico la mayor parte de su vida a sus hijos. Siempre inculcándoles respeto y amor. Su carácter de rectitud y respeto lo llevo a ser un gran padre, hermano, y amigo. Vivió su vida con mucha sencillez, pero siempre dando ejemplo y enseñado a sus hijos a hacer el bien por los demás y más aun por sus seres queridos.
Como nuestro padre, no hay ninguno. Siempre estuvo en todo lo que sus hijos necesitaran. Para él, sus hijos eran su vida. El padre incondicional que nunca esperaba nada a cambio. Un padre sencillo que ponía a un lado sus necesidades para primero cumplir las necesidades de sus hijos. Un padre que sacrificó su tiempo para que sus hijos pudiesen cumplir sus propios logros profesionales.
Como padre nos enseñó el amor al Ecuador, su país natal donde vivió los mas lindos días de su juventud. Allí nació el amor al futbol y voleyball. En su juventud logro participar en el equipo Nacional de Futbol y Campeonato Nacional de Ecuavolley. Obtuvo muchos logros y trofeos en su carrera como deportista. Enseñó a sus hijos el amor por estos deportes incluso entrenó a uno de ellos a seguir sus pasos.
Como abuelo fue un gran ejemplo de lo que es ser padre y abuelo. Asumió los dos roles tan bien que su nieto Christopher, solo lo llamaba “Papi”. Su nieto era la luz de sus ojos y con el volvió a vivir momentos de juventud; con el jugaba al futbol; correteaba por toda la casa, nadaba en la piscina y hasta aprendió a jugar video juegos.
Como abuelo también amaba a sus nietas Melany y Sophia quienes lo llenaban de alegría. Su paz y tranquilidad les trasmitía mucho amor cada vez que las veía.
Gracias padre por todo su amor, sus enseñazas. Que Dios lo bendiga y lo guarde baje sus alas hasta que nos volvamos a ver algún día.