Don Julio nació en Santa Ana, El Salvador, siempre nos habló con tanto orgullo de sus orígenes, de su ciudad, de su padre.  Su Papa le enseñó a cocinar desde muy pequeño, don Julio se hacía cargo de sus hermanos con tan solo 6 años, tubo una vida de dificultades y aventuras, se vino con un amigo cuando era niño para Estados Unidos, paso por otros países,  hasta llegar aquí.  Volvió varias veces a su país y después de unos años llego su vida Isis su hija, que era la luz de sus ojos, junto con su esposa y La Niña se vinieron de nuevo  para los Estados Unidos, como en una película se pego  con cinta en una pierna a la bebe para poder cruzar un túnel, pero el era tan fuerte e ingenioso que siempre a todo le buscaba la solución. Después ya aquí nació  su hijo y aunque la vida y sus dificultades los separo de ciudades, el siempre hablaba con orgullo de sus hijos y nietos.

Fue muy trabajador, disciplinado y servicial, amaba ser plomero, aunque algunas veces con uno que otro dolor, decía que quería seguir trabajando hasta que se retirara.  Siempre tenía una sonrisa para todo y siempre que podía nos cocinaba, le encantaba cocinar 

 El amaba New York, Brooklyn, sus amigos en las bodegas, sus vecinos.  Con su corazón tan grande compraba comida para la gente que veía en las calles con hambre, servia en su iglesia, sus vecinos y amigos siempre lo saludaban con entusiasmo y respeto,  pero siempre pensó en retirarse en Pensilvania, comprar su casita, cultivar su jardin...   tenía ese sueño y aunque no lo pudo cumplir se que donde el esta es mucho más bonito que cualquier lugar en esta tierra.  

Cada día de su vida lo vivió como el lo decidió,  fue feliz a pesar de las dificultades. Estaba feliz de ver a sus dos hijos estables, feliz de saber que tenía gente a su alrededor que lo apreciaba de verdad.   Nunca se quejó de nada y siempre estuvo cerca de Dios, siempre  agradeciendo y bendiciendo, desde cada comida hasta el día que pasaba.  

Descanse en paz Don Julio y perdóneme por tantas lagrimas, por que lo único que yo quiero es que su alma esté en paz.