ForeverMissed
Large image
Stories

Share a special moment from Pilar's life.

Write a story

Nochebuena en Camporredondo

December 22, 2018

Queridos sobrinos,

Cuando mamá y yo éramos pequeñas, pasábamos  la Nochebuena y el día de Navidad en Camporredondo con nuestros abuelos José y María. Era una casa muy grande a la que también venían los hermanos de la abuela Lola, el tío Esteban y la tía Nati. A mamá siempre le gustó mucho la Navidad, y era porque nuestras navidades de la infancia eran tan bonitas que ya siempre pensó que eran así.

El día 24 nos levantábamos temprano y desayunábamos al lado de la chimenea un rico desayuno que el abuelo siempre nos preparaba. Luego empezábamos a ensayar la actuación que teníamos por la noche las dos, normalmente cantábamos varias canciones pero nuestras favoritas eran el trenecito y una canción de un dúo, Pimpinela. Mama y yo os las cantamos alguna vez. Tras nuestro ensayo nos íbamos a jugar. En Camporredondo teníamos a una amigas, Carmen y Rocío, con las que nos divertíamos mucho. Además teníamos mucha suerte ya que al lado de casa de nuestros abuelos había un rio y una fuente grande donde pescábamos renacuajos. Antes de la hora de la comida, solíamos ayudar a la tía Nati, la mamá de Mari Cruz y Sengan, a preparar unas tapas ricas. A nuestro abuelo José le gustaba mucho tapear, y siempre decía que las tapas que nosotras le preparábamos eran las mejores. Además el abuelo nos tenia preparados zumos o casera para que tomáramos con las tapas.  Tras la comida, mientras los mayores echaban la siesta, nosotras nos quedábamos jugando  con la casita de Miki. Por la tarde,  nos íbamos de paseo con el tío Esteban y luego, mientras tío veía el baloncesto en la televisión, el torneo de Navidad, mamá y yo cogíamos la pandereta y la zambomba y nos íbamos a pedir los aguinaldos con nuestras amigas. Cantábamos villancicos por las casas de Camporredondo y luego, con el dinero que nos regalaban,  nos comprábamos chucherías. 

Ya por la noche, y antes de la cena, nos preparábamos para ir a la iglesia, a la misa del gallo, con nuestra abuelita María. Al volver a casa empezaba la gran fiesta, preparábamos la mesa, a mamá siempre le gusto hacerlo, con bonitas servilletas y adornos navideños.  Los mayores cenaban siempre pavo, pero mamá y yo pollo.  Además solía haber unas frutas tropicales muy raras que el tío Esteban traía de Madrid, junto con turrones y polvorones. Luego cantábamos, y mamá y yo actuábamos. La abuelita María cantaba un villancico muy bonito andaluz, los Campanilleros, que vuestra mamá también cantaba. Al final, por la noche, siempre recuerdo que nos íbamos contentas a la cama, donde leíamos tebeos y cuentos.  

Ich sende Dir einen Engel

September 29, 2018

Ein Engel für Dich, liebe Pilar.

Riéndonos de nuestras narices.

September 27, 2018

En nochebuena nos juntábamos todos los Calerillos, y pasábamos el día juntos con los preparativos.

Todo eran risas desde que empezábamos a hacer la compra, porque los primos mayores intentábamos colar botellas extras de champagne en el carrito y para ello necesitábamos la colaboración de los peques. Pilar estaba entre dos aguas, un poco grande para las más pequeñas, un poco pequeña para los mayores, pero encantada de hacer de cómplice si era necesario.

Luego venía el momento "canapé". Mientras los hacíamos, nos poníamos al día de como nos iban las cosas. Recuerdo a Pilar ayudando hacendosa, con su mirada sonriente, mientras escuchaba nuestras aventuras y nuestros planes.

Nunca me gustó hacerme fotos, sigue sin gustarme, por eso apenas tengo imágenes de esos años. Sin embargo, de repente, en esas nochebuenas nos dió por llevarnos a todos nuestras cámaras y hacernos fotos sin orden ni concierto.

Aunque los posados brillaban por su ausencia, sí hubo una foto que planificamos para reirnos de nuestro "complejillo" compartido por todos.

Y ahí va la foto de perfíl que nos hicimos los narizotas. Las protagonistas son las narices, todas variadas e imperfectas, en las que salen también los lunares de Pilar, de los que ella se quejaba.


Pilar y el otoño en Madrid (Primer recuerdo)

September 15, 2018

Calle de San Bernardo, más arriba de Noviciado, edificios vetustos de pórticos con solera e interiores con historia. Es Otoño ya, bien adentro, y quiero o creo recordar que ya hace frío. Conocí a Pilar una tarde, lo más seguro en Noviembre, en el Instituto Lope de Vega, donde cursábamos Filología Hispánica. Serían las 6, a esa hora tocaba Literatura, seguro que estaríamos dándole vueltas al Cantar del Mío Cid, con algún comentario de texto -ese profesor tenía obsesión, en su hora siempre estábamos con comentarios de texto-, ¿tema del texto? La honra. Siempre era la honra.

En esa clase se sentaron detrás de mi dos gitanillas, parecen dos brujitas -pensé- . Pañuelos en la cabeza, pendientes de aro grandes, enormes ojos, la una morena de ojos negros, la otra trigueña de ojos claros. Alboroto y risas.

En aquella época yo llevaba el pelo largo -me crecía hacia arriba y a los lados, parecía un paje, y se me ensortijaba con facilidad- y siempre vestía con una cazadora negra que compré en el rastro, segunda mano, pues me consideraba grunge -estéticamente, musicalmente mis gustos iban por otros campos- y buscaba asemejarme a uno de ellos. También se decía que éramos la Generación X

El curso ya había comenzado hacía más de un mes. No era obligada la asistencia, era la universidad a distancia, y sólo había una hora semanal por asignatura. Literatura dos, los lunes a las 6 con los dichosos comentarios de texto y otro día a las 10, clase a la que solían asistir las dos brujillas.

Enseguida charlamos los tres, sobre todo Pilar y yo, y en los meses siguientes de curso nos volvimos a encontrar en alguna clase o en algún examen, cuando ya sabíamos que estábamos de paso en esa universidad. Ella era de Jaén y vivía en la residencia de estudiantes de la Carlos III en Getafe, con su hermana Clara, y yo era de Madrid. Creo que ya por entonces me comentó que quería estudiar Humanidades en esa universidad. A la otra chica no la volví a ver, y me quedé con la sensación extraña de que no era humana, quizá un hada, así también fue la sensación que tuve con Pilar en los años siguientes, alguna vez se lo comenté: tú eres un duende, o un hada. Algo mágico desprendía su presencia.

Meses después, en Septiembre, nos reencontramos en la Facultad de Humanidades de la Carlos III, el primer día de curso. Nos sentamos juntos, y ya no volvimos a separarnos, estuvimos siempre en contacto.

Por aquellos días yo le comenté la impresión que me causaron ella y su compañera. Y ella me regaló el oído y el ego con este comentario:

-¿Pues sabes que tú me pareciste, con el pelo largo y con la chupa negra, el prototipo del madrileño? Deivi, la imagen que se me viene cuando pienso en la esencia de lo madrileño eres tú.

Además yo siempre relacioné a Pi con el Otoño, quizá por que fue la estación en que la conocí y la estación en que nos volvimos a encontrar, quizá por el color de su pelo que asemejaba el color de las hojas rubias del otoño, o quizá también por algo más etéreo, por ese amor que compartíamos por los libros viejos y las canciones de otros tiempos.

Ese aura mágica que desprendía Pilar tenía su fundamento. Muchas veces me sorprendió con comentarios, dichos y canciones que yo apreciaba. Como aquella vez en que yo estaba obsesionado intentando recordar una canción que mi madre cantaba cuando yo era niño. De pronto, tras de mi, y sin haber dicho yo nada, Pilar la cantaba. Eran los 3 Alpinos que venían de la guerra.

Pinchad en la foto para ver el vídeo y escuchar la canción


Mandriles

September 5, 2018

El caso es que ya fuera Getafe, la universidad,o ....los pisos sin luz del barrio Salamaca? ...siempre os visitaba.

No sé si era por la necesidad de unos días con vosotras o por “una cateta en la ciudad”  ;)

En fin, que cada año iba para Madrid a casa de mis primis...y esos viajes para mi eran lo mejor...

Recuerdo el día en que Pi me invitó a ir a la uní y por no dejarme sola mientras tenía clase y ella no perderla, me dijo...vente!!.... pero es el profesor más duro que hay así es que no levantes la cabeza de los apuntes (que se supone que tomas) que no se va a dar ni cuenta ...y como cosa del destino y sin quererlo ....el profesor se fijó en mi y lanzó una pregunta destinada a contestar entre toda la clase, pero claro, mirándome a mi.

Pi bajó la cabeza y entre risas y lágrimas suspiró ...supongo que en plan..:me echan!! Pero yo entonces me vine arriba y expresé mi opinión (al parecer muy correcta...) y  le gustó al súper profe duro y más potencialmente peligroso de la uní, así es que Pi salió en mi ayuda...”es mi prima de Jaen y está de visita “ 

Menos mal que le gusté al tipo...y no trascendió!!

No acabábamos de flipar con el tema cuando fuimos a coger el tren de cercanías y yo ignorante de mi,...ni idea de donde parar pues acababa de llegar del pueblo.

El caso es que con el pavo nuestro y las risas nos chocamos y yo entré al tren y ella lo perdió. Asombrada mientras se cerraba la puerta intentaba descifrar su cara y saber donde parar porque no tenia ni idea del destinooooooo

Finalmente paré en la estación que creía...y junto con la angustia de una cateta perdía en la cuidad ... y hacer mucho el imbecil para que en cada parada ella me pudiera ver nos encontramos.

Obviamente no teníamos móvil y la vida era mucho más guay por aquel entonces (estudiantes loquillas felices con nuestras aventuras).

Me rescastó ..porque era mi primi, me cuidaba y me enseñaba a vivir en la gran ciudad...siempre pendiente de mi.

Que momentazos más guays!!


BOTAS DE BORREGUITO

September 4, 2018

Mi prima Pi, como a ella le gustaba que la llamásemos, es algo que recuerdo de cuando éramos peques, que prefería que la llamáramos Pi.

Yo soy la más pequeña de “Los Calerillos”, en orden descendente somos; Lourdes, Ansel, Mariajo, Clara, Paco, Sole, Pi, Cris y yo (Elena).“Primas hermanas”, sólo el nombre ya me hacía sentir un especial vínculo con todos… Tengo un maravilloso recuerdo con mis primas Clara y Pilar, de cuando venían a Sorihuela a visitarnos, para mí era todo un acontecimiento porque sabía que llegaba un buen rato de risas y diversión. Recuerdo siempre despedirlas en la puerta de casa con tristeza porque me gustaba muchísimo estar con ellas.

Pilar era la más cercana en edad a mí y es por eso, que Cris y yo podíamos compartir más momentos con ella. A veces nos llevaban a Beas y allí nos quedábamos alguna noche a dormir...en una de esas, un día de invierno (ahora adivinareis por qué sé que era invierno) cuando yo tan solo tendría 5-6 años, al caer la noche y con ella la hora de irnos a la cama, mi tía Lola me explicó bien el tema de ir al baño bajando unas escaleritas desde la habitación donde dormíamos Cris, Pi y yo. Me quedó muy claro el asunto y con luz, todo pintaba mucho mejor, pero cuando desperté haciéndome tanto pipí, el tema de bajar las escaleritas a oscuras se me hizo un mundo, era como tener que cruzar un territorio inhóspito y lleno de peligros. Pensé alguna alternativa arriesgada como “sacar el culillo por la ventana”, menos mal que no lo hice!. Cualquier opción era mejor que bajar aquellas escaleras y después de mucho rato pensando, desesperada dando vueltas por la habitación y ya no poder aguantar más, allí entre ráfagas de luz que se colaban por las persianas, mientras Pi y Cris dormían, divisé unas botas altas forradas de borreguito y me pareció el sitio perfecto para “hacer la descarga”, y así fue, hice “el pis” en aquella bota alta de borreguito blanco...ya os podéis imaginar la mañana de risas que se dieron la tía Lola, Pi y Cris a mi costa. Yo tan inocente y pequeña, pensando que ya por la mañana seguro que estarían secas...

Le dije a Clara estos días que al ser yo la más pequeña, llevarme 5 años con Pi y luego de mayores, no haber tenido la posibilidad de viajar más para ver a mi prima, no tengo grandes aventuras que contar con ella, pero tengo muchos recuerdos, en Beas, Sorihuela, Fuente Pinilla...recuerdos que me hacen poder ver y escuchar a mi querida prima, recuerdos de días bonitos, de sonrisas y ojos que nunca se van a diluir, que algún día iré contando a Lola y Emil, con el más profundo sentimiento de cariño y amor, que es lo que nos ha dejado Pi, mucho cariño y amor que será transmitido a los peques entre todos los que la conocimos.

Me gusta leer todo lo que aquí vais dejando, me gustaría conocer a gente que conoció a Pi, que yo también pueda seguir conociéndola a través de vuestras historias, un poco más...

Recuerdo pasar unos días con Clara y Pi en Beas, creo que sería el segundo verano que pasaba Carolina (Cheryl, la americana) en casa de mis tíos...qué bueno era andar con gente mayor!, tanto que cuando mi tío Paco me llevaba de vuelta a Sorihuela, yo iba aguantándome las lágrimas porque no quería separarme de mis primas...ahora de mayor me viene ese mismo sentimiento, no quiero romper a llorar mientras escribo y me hago fuerte pensando que de muchas formas vas a seguir siempre aquí con nosotras, que seguro no quieres vernos tristes. Eso es algo de lo que estoy segura...

Verano 2017

September 2, 2018

Hoy me he levantado con la noticia de la pérdida, me ha llegado a través de Facebook. No conozco a la familia, de hecho conozco a Pilar de un sólo día; tiempo suficiente para darme cuenta que tenía delante de mí a una persona especial.

Me encontré con ella el verano pasado en la Sierra de Segura, cuando visitaba a un amigo en Los Anchos, yo estaba de vacaciones y me dejaba caer por allí. El encuentro de las dos familias fue hermoso y la conversación con ella fluyó...tanto que nos quedamos con ganas de seguir. Casualmente, el mismo día, volvimos a coincidir en la carretera y terminamos cenando en Río Madera con muchas risas, disfrutando del ambiente familiar, compartiendo inquietudes y con ganas de volver a vernos en el futuro.

Este verano me puse en contacto con ella con el deseo del reencuentro, pero me expresó sus circunstancias y la imposibilidad de ello.

Mi familia y yo te recordaremos siempre, tu energía maternal y vital tan hermosa, tu LUZ, la ilusión que generaste en nosotros.

Pilar, gracias por haberte cruzado en nuestra vida.

Villancico a ritmo de Jota

August 31, 2018

Era una tarde de invierno en Erlangen y estábamos en nuestro punto de encuentro donde quedábamos una vez al mes cinco compañeros de la Universidad con nuestros niños para pasar tiempo juntos y que nuestros hijos jugaran y practicaran el español ya que al ser bilingües y vivir en Alemania no siempre tienen la oportunidad de hablar nuestra lengua con otros niños.

Aquellos encuentros en principio infantiles pronto se convirtieron también  en un intercambio culinario donde nosotros (los papás) nos pasábamos la tarde hablando, riendo y comiendo especialidades españolas que cada uno hacía y traía: tortilla de patata, pulpo a la gallega, flan de huevo casero... la especialidad de Pilar era su rica quesada pasiega. La verdad es que nos lo pasábamos todos genial (niños y adultos).

Recuerdo que un año, antes de las vacaciones de Navidad, celebramos una pequeña fiesta con turrón, polvorones y villancicos...

Nuestro compañero Pedro se trajo la guitarra y Pilar su famoso repertorio de canciones populares españolas y villancicos que siempre usaba en sus clases.

Ni cortos ni perezosos sino todo lo contrario, Pedro empezó a tocar los villancicos y nosotras a cantarlos mientras nuestros niños bailaban  y nos miraban entre incrédulos y divertidos (y con algo de vergüenza ajena) por la pasión con la que nos veían cantar.

El momento álgido de la tarde fue cuando a ritmo del "Ande, ande, ande", Pilar entregada empezó a bailar  y a saltar moviendo brazos y piernas como si de una jota aragonesa se tratase. Nuestros aplausos y risas estallaron de júbilo y en ese momento supe que Pilar sería el alma de todas nuestras fiestas... 



Regalos. El salchichón de pavo y las tortitas del gazpacho manchego.

August 30, 2018

Nunca he conocido a nadie que hiciera tantos regalos como mi amiga Pilar. Quizá mi madre. Era, su generosidad, fuera de lo corriente, además de ser generosa también en su tiempo -cuántas tardes me habrá aguantado, por sms yo: Pi, vamos a quedar, vamos a quedar, vamos a quedar-. Vamos, en todos los sentidos, no sólo en lo material. Cuántas veces, también, me ha perdonado -pero esta es otra historia que será contada en otro lugar-. Una muchacha expansiva, es decir, que ofrecía su vitalidad allá donde se necesitara. 

Ya hablaré de los discos y pinturas.

A veces me llegaba con regalos extravagantes. Un día, en clase, se sitúa a mi lado y me ofrece una bolsa con tortitas:

-Mira, Deivi, lo que te ha traído. Esto lo hacemos con un guiso de carne, se le añade después y está muy rico, síiiiiii

Tortitas para el gazpacho manchego, que un día me lo comí con pollo en salsa.

O la primera vez que probé una chacina típica de cerdo, pero de pavo. Aún no conocía esas moderneces.

Fuimos a verla alguna gente de clase a Pinto, en una de sus visitas a España desde Alemania. Estuvimos con sus padres, creo que también estaba Myriam, íntima de la familia.

Nos marchábamos ya:

-Toma, Deivi, llévate este salchichón de pavo, ¿no lo has probado? Parece salchichón de verdad, que sí, toma, llévatelo, te va a gustar.

Perderé en la memoria algún disco, algún retrato. Pero esta originalidad suya en su virtud más encantadora, nunca.

Me acabo de acordar de aquella cinta de fados que me envió un día. Dulce melancolía para recordar a mi amiga.

Pinchad en la foto para ver el vídoe

24H EN ERLANGEN

August 30, 2018

Fue un lunes cuando pensé…” ay que ver que todavía no conozco a mi sobrino Emil” …así es que emocionada y sin más ( en medio de una mañana estresante) saqué dos billetes para el 24 de Noviembre ir junto a mi hermana a Erlangen a ver a mi prima Pi y familia.

Llegado el jueves llamé a Elena y le comenté que me había equivocado y que nuestro avión hacia escala en Zurich toda la tarde del viernes, incluida la noche y que tan sólo pasaríamos unas horas en Alemania.
Mi hermana flipada y con mucho lío, me dijo ahí te quedas, pero yo, no sé si por demostrar que la distancia es tan larga o corta como tu la quieras pensar, allá que me fui.
Nunca olvidaré las risas que nos pegamos Pi y yo, cuando me vió aparecer con un bolso como si viviera en la calle de más allá…risas que fueron a más, cuando le conté la noche que había pasado en Zurich, perdiendo además mi bolsita de equipaje.
Fue un día excepcional de risas y paseos por los parques del pueblo, comida alemana en toda regla y cenita de pescado cocinada por Andy, mientras anochecía en la casita con Lola y Emil agotados.
La historia relatada por Pi siempre hubiera tenido mas gracia y emoción ;

Summer 1993

August 29, 2018

One of my favorites memories with Pilar is the second summer I returned to Spain to stay with the Calero Family.  I shared the room with Pilar and we would stay up late and laugh and talk every night.  The night before her birthday that summer, we stayed up almost all night because it was so hot! We laughed, looked out the window and just had a great talk. The next day when Lola and Paco took us out for Pilar’s birthday, we were so tired we could hardly walk around! We just kept laughing at each other and just enjoyed the summer.  You will forever be my hermana española!  Besos, Carolina

Una nueva primita en mi vida.

August 29, 2018

No quiero atascarme buscando un recuerdo deslumbrante. Las cosas importantes de la vida no tienen por qué ser llamativas. De mi prima Pilar guardo su preciosa sonrisa que me trae sentimientos de dulzura, comprensión, sabiduría, inteligencia y serenidad.

Soy su prima mayor por parte paterna, y el primer recuerdo que tengo de ella es de bebé; su llegada a mi vida.

Ya el conocerla me dio una alegría enorme porque tener otra prima más era lo más grande :).

Nosotros vivíamos en otra ciudad, y el juntarnos era ya una fiesta, pero cuando nació Pi y fuimos a su bautizo... ¡fue la primera mariscada que recuerdo de mi vida! (y la mejor) :D.

La celebración fue familiar, en la casa de sus abuelos maternos en Camporedondo (guardo preciosos recuerdos de esa casa), y allí, en la mesa que nos pusieron a los niños, le dimos la bienvenida y celebramos por todo lo alto la llegada de la prima más dulce y sensible que he tenido...


Aventura en Fuente Pinilla

August 29, 2018

Era una tarde de calor supremo porque las chicharras cantaban más alto que nunca...y Pi y yo pasábamos la siesta en la hamaca que había puesta entre los dos árboles de la mesa en Fuente Pinilla, todos dormían menos nosotras...
Como siempre estábamos ideando...porque eso es lo que hacíamos nosotras dos y mi hermana, idear...y poner motes a la gente (recuerdo al fideo sin dientes ...) y reír inocentemente de todas nuestras trastadas.
Ese día planeábamos una excursión fantástica al pico de la montaña, pico que estábamos dispuestas a conquistar con esfuerzo, y para ello teníamos que salir de noche.
Lo organizamos todo increíble, nuestra mochila, botiquín, cuerda, linterna y hasta recogimos bellotas y fresas del huerto para cuando todos estuvieran dormidos salir.
Intentamos despertar a Helen llegada la hora, pero al ser más pequeña estaba profundamente dormida y no había manera, así es que decidimos ir nosotras dos.
Algo había en la cumbre asombroso que la fantástica Pi me hacía desear y estaba profundamente emocionada.
Salimos de puntillas con nuestra cantimplora, un par de tomates de la nevera en la mochila y toda nuestra recolección de frutos de la tarde y, emprendimos la huida hacia la montaña.
En las primeras curvas la linterna nos empezó a fallar y en las siguientes la luz iba a menos. Los ruidos eran asombrosos y poco a poco andábamos más lento y asustadas, hasta que de repente se nos cruzó algo por el carril y entonces gritamos y empezamos a correr camino abajo, de nuevo para el cortijo, como si nos persiguiera el hombre del saco.
Abortábamos misión...ni dos curvas duramos, pero lo mejor fue el día preparando la aventura...porque todo con ella era una aventura ❤

Cristina Fuentes Calero (mas hermana que prima)

Gracias Pi!

August 28, 2018

A Pi la conocí prácticamente a la vez que a Clara, a finales de los años 90, en Getafe, en una casa soleada en la que de vez en cuando alquilábamos pollos. Clara y Pi venían en un pack de dos. No había opción de quedarse solo con una. Si entrabas a formar parte de la vida de Clara era inevitable que estuviera Pi, ya no sólo porque eran inseparables, sino porque Pi te atrapaba. Su dulzura, su simpatía, su generosidad, su inteligencia, su cariño… así que me atraparon las dos prácticamente al mismo tiempo.

Tengo muchos recuerdos con ella en Madrid, en Beas y en Holanda. De Madrid recuerdo especialmente la época en la que vino a vivir con mi madre y conmigo. Recuerdo su pasta con queso azul y brécol, las notas que nos dejaba por todas partes, y las noches de sofá juntas viendo películas… En Holanda también tengo muchos recuerdos, pero del que más me acuerdo es de un día que la pobre Clara estaba mala en la cama y a Pi y a mí nos dio por bailar por Héroes del Silencio...

Cuando Pi se fue a vivir a Alemania, recuerdo que en uno de sus primeros viajes a Madrid me pidió que le acompañara a comprarse unas botas. Se las compró rojas, altas y rojas. Le encantaban, y la última vez que la vi me dijo que todavía las tenía.

Recuerdo el día en que conocí a Lola en la casa de Pinto. Qué bonita era y qué feliz estaba Pi. Luego vino Emil, al que también conocí allí, y que era igual de bonito. Recuerdo los correos que me enviaba con fotos de sus nenes, a los que adoraba y de los que se sentía muy orgullosa…

Pi rebosaba vida. Fue muy feliz y nos hizo muy felices a todos los que la conocimos y por eso sé que siempre estará a mi lado, con su hermosa sonrisa... Gracias Pi.

Share a story

 
Add a document, picture, song, or video
Add an attachment Add a media attachment to your story
You can illustrate your story with a photo, video, song, or PDF document attachment.