ForeverMissed
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Her Life

Obituary

March 21, 2021
On Sunday, March 7, 2021, Maria Nieves Perry, beloved wife, mother, grandmother, and great-grandmother, passed away at age 87.

Maria was born May 26, 1933 in Barcelona, Spain to Manuel Real and Maria Pardo. After her schooling she worked at the U.S. Naval base in Rota, Spain as a secretary/translator, where she met Richard L. (Roy) Perry. They were married July 3, 1958 and were married for 62 years. They raised a son, David Alan, a daughter Maria Teresa, and adopted son Manuel Antonio. They also took care of Maria’s mother until her passing in 2002.

After coming to the United States, she also worked for the Spanish embassy’s military attaché in Washington, D.C. as a translator. Maria had a lifelong passion for the classical guitar, which she played since age 7.  She became an accomplished classical guitarist and teacher. She had many other interests, including reading, quilting, and she loved to travel.

Maria is survived by her husband Roy, children David, Teresa, and Tony, four grandchildren and six great-grandchildren, as well as many cousins, nieces and nephews. She is remembered as a sweet, loving, caring person who always had a kind word.

No formal service is planned, due to Covid restrictions, but a memorial remembrance will be arranged in the future at Graves Mountain.  To honor Maria, please consider making a donation in her name to the Navy-Marine Corps Relief Society - online at nmcrs.org or by mail at 875 North Randolph St., Ste. 225, Arlington, VA 22203. 


Obituario

March 30, 2021
El domingo 7 de marzo de 2021, María Nieves Perry, amada esposa y madre, falleció a los 87 años.

María nació el 26 de mayo de 1933 en Barcelona, España, hija de Manuel Real y María Pardo. Después de sus estudios, trabajó en la Base Naval de los Estados Unidos en Rota, España, como Secretaria / Traductora, donde conoció a Richard L. (Roy) Perry. Se casaron el 3 de julio de 1958 y estuvieron casados durante 62 años. Tuvieron un hijo, David Alan, una hija, María Teresa y un hijo adoptivo, Manuel Antonio. También cuidaron de la madre de María hasta su fallecimiento en 2002.

Después de llegar a los Estados Unidos, trabajó para el Agregado Militar de la Embajada de España en Washington, D.C. como Traductora. María tuvo una pasión de toda la vida por la guitarra clásica, que tocaba desde los 7 años. Se convirtió en una consumada guitarrista clásica y maestra. Tuvo muchas otras aficiones, como leer, confeccionar colchas y le encantaba viajar.

A María le sobreviven su esposo Roy, sus hijos David, Teresa y Tony, cuatro nietos y seis bisnietos, así como muchos primos, sobrinas y sobrinos. Se la recuerda como una persona dulce, cariñosa y bondadosa que siempre tuvo una palabra amable para todo el mundo.

No se tiene pensado realizar un funeral formal debido a las restricciones de COVID, pero se organizará un recuerdo conmemorativo en el futuro.